martes, 15 de mayo de 2012

Simplemente Ella.

Ella no se da cuenta, se tapa la cara en las fotos, y anda por la vida mirando al suelo.
Se peina dejando que el pelo tape su cara, sintiendose insegura, esperando a que el reflejo de su sombra le diga que hoy está más bella que nunca.
Ella creee que debe usar maquillaje para parecer linda, pero no se da cuenta que no lo necesita, porque la forma en que sonríe y mueve su pelo opacan al resto. Ella es única.
No entiende que cuando camina, la gente se voltea para verla.
No entiende que brilla por sí misma sin necesidad de ningún accesorio.
Su forma de ser, su gran corazón, su sentido del humor, hacen que todos queden perplejos y no resistan a sus encantos.
Pero ella no se da cuenta. Ella no les cree.
No soporta verse en el espejo, tiene miedo de que se rompa. Tiene miedo de verse en el reflejo de las vidrieras, porque sabe que la imagen que volverá, no será la que ella quiere.
Pasa los días esperando sentirse querida, pero cada día se siente más sola.
Ella no nota que más de un corazón muere por ella; que cuando entra al salón Él la mira desde un costado.
Siempre se aferra a una almohada, como si fuera una salvación, como si fuera que alguien la viene a rescatar y que no la soltará jamás.
Ella no sabe que la chica más bella, la supuestamente más querida por todos, la chica a la que algún día Ella se quiere parecer por sus perfectas facciones, en realidad, sueña con poder tener su simpatía, su bondad, y el resplandor que nace de su corazón sin necesidad de una coraza. Porque Ella es transparente, es pura y natural. Es Ella simplemente.
Y lo más raro de todo, es que Ella se siente invisible. Siente que nadie sabe que existe, piensa que pasa desapercibida, que no le importa a nadie.
Se siente tonta. Siente que nada le sale, que tiene que hacerse artificial para que alguien se de cuenta de su presencia. 
Pero al fin y al cabo, sus intentos son inútiles, porque aunque se despoje de todo, Ella siempre brillará por su esencia, Ella siempre es y será Ella.


Me liberé.

Sentada frente al papel y con una lapicera en mi mano derecha que intenta descargar lo que mi corazón siente. Algunos me dicen que si escribo lo que me pasa canalizo mis sentimientos y me libero.
Pero no puedo.
El vacío del papel me recuerda al vacío que llevo dentro. Siento como si fuera una proyección de mi corazón. Me dan ganas de llenarlo de palabras, dibujos, corazoncitos. Me da ganas de convertirlo en un real corazón y poder pegarmelo en el pecho, como si así realmente pudiera provocarme mariposas en la panza.
Pero es imposible.
Prefiero gritarle, pelearme, odiarlo, pero tampoco me sale.
Solo puedo resguardarme en mi misma. Encerrarme en un rincón y dejar caer mis lágrimas mientras siento que mi corazón sigue rompiendose en mil pedacitos.
El papel blanco me sigue consumiendo, me hace pensar en que no tengo nada, me recuerda que realmente estoy sola, y que vos y yo, ya no somos vos y yo. Solo soy yo.
Siento como si el papel fuera un puma que me persigue y no me deja en paz. Es más rápido que yo. Quiero callar mis pensamientos, pero me apura y no me deja relajarme, no me deja pensar con claridad.
Siento que se acaba el tiempo.
Por eso, me decido.
Apoyo levemente la lapícera y comienzo a realizar trazos.
Pueden pensar que estoy más desequilibrada de lo que demuestro, pero les aseguro que yo también estoy sorprendida.
Creí que si me dejaba llevar iba a poder soltar la tristeza que 'Él' me provoca. Pensé que iba a dejar plasmado el odio que sus infidelidades me generan. Pensé que pensar en que 'Él' ya no me piensa, iba a hacer que mi pulso no titubeara y se animase a dibujar corazones rotos, que luego se recomponían demostrando que ya te olvide. Quería que el mundo lea y entienda que ya te superé, que no sos parte de mi corazón, y que puedo volver a empezar con un nuevo amor.
Pero al parecer hice caso a lo que algunos me dicen, y canalicé mis sentimientos y me liberé.
No pude mentirme más, no pude mentirte, ni mentirles.
Lo único que me mente, mi mano, y mi corazón lograron escribir fue 'Te amo'.