jueves, 27 de octubre de 2011

Un Cuento Para Dormir.

Había una vez...
Así empezaría la típica historia del Príncipe y la Princesa. Así empezaría una típica historia de amor...
Por eso, me gustaría comenzar diciendo:
No hubo una vez en la que Bella, se haya sentido así: Bella.
Con eso resumiría toda la historia, pero detrás de algo que nunca pasó, siempre hay un cuento que contar...
Bella, de tez blanca y ojos color miel, soñadora y enamoradiza, perfeccionista, aunque no siempre detallista. Amiga de muchos, amante de pocos. A la espera de un Amor, que por momentos la siente en vano...
Así es ella. Así es Bella.
Cada día a las seis de la tarde mira por el balcón, ilusionada de que alguien llegue a su búsqueda, para salvarla de Ella misma. Para salvarla de la soledad que noche tras noche la asecha. Para salvarla de sus pensamientos que quieren romper sus sueños. Para permitirle creer que aún existe alguien que quiere su corazón.
Como una rutina, se pone un vestido color azul, unos zapatitios negros, se pinta los labios y sonríe. Sonríe como si supiera que hoy, que definitivamente hoy será el gran día, aquel día en el que la espera deje de ser en vano. Cual pequeña niña en busca de descrifrar el amor, con los ojitos cristalizados llenos de esperanzas, Bella asoma su pequeño rostro mientras intenta forzar la vista y mira. Mira sin que desaparezca la sonrisa. '¿Vendrá?', se pregunta repetitivamente en su mente...
Bella pasa tardes enteras hasta el anochecer esperando a 'Su Amor'. Aquel amor que pueda abrirle los ojos, y hacerle entender que no esta sola, que ella es la más Bella, de todas las Bellas.
Pero como esta no es una típica historia de 'Había una vez', sólo voy a confesarles que Colorín Colorado, me han contado que está noche Él va a ser quien la esté esperando.