sábado, 28 de abril de 2012

Primer Amor.

"-.Todos saben quién cometió el Crimen. Todo indica que fui yo.
Todos sabían de mis rebeldes ganas de aparecer en su casa y descargar con ÉL mi rabia.
Sabían de mi instinto animal. De mis ganas de abalanzarme sobre su cuello cual Drácula, y dejar mi recuerdo en su cuerpo.
Sabían que ser La Segunda me volvía literalmente Loca. Verlos juntos me desestabilizaba.
Nunca creí que el Amor podía provocar tanto Odio, tantos celos. La realidad es que caí en sus garras, me vendió algo que nunca fué, me enamoró haciendome creer que yo siempre sería su único amor. Enterarme de que jamás fuí la única fue lo que provocó tantas ganas de verlo sin vida.
Admito haber soñado cómo el cuchillo penetraba en su pecho, mientras Él dejaba de respirar.
Admito haber estado feliz aquel día en que Ella quiso terminar todo.
Cuando me enteré que Él estaba sin vida esbocé una sonrisa, sentí una gran paz en mi cuerpo, pero al instante me largué a llorar. No podía creer que quien me hizo sufrir tanto, quien fue el dueño de mis lágrimas, ya no estaba presente.
Yo también me hubiera culpado. Todo cierra. "Amante despechada mata a su pareja". Sí, PAREJA. A pesar de que yo era la segunda, sé que Él me amaba, y yo lo sigo amando. Y como ya lo expliqué, ganas nunca me faltaron para hacer realidad ése titular.  
Pero puedo jurar, que yo no fui

Aquella mañana me desperté como todos los jueves a las 7 de la mañana, y con las mismas inexistentes ganas salí de mi casa para dirigirme al trabajo. Soy periodista, escribo una columna en una revista no muy conocida, pero bueno, mi frustrante vida no es objeto de esta causa. 
A las 4 de la tarde terminé mi horario laboral, y como siempre, me dirijí al gimnasio. Quizás parezca raro, pero sentí que algo malo sucedería. Mi instinto de mujer nunca se equivoca. Y al parecer, no se equivocó. A las 5 de la tarde me llamaron para avisarme que lo encontraron en su casa sin vida, tirado en su cama, y aparentemente asfixiado. Admito haber tenido ganas de posar mis manos sobre su cuello y sentir como de a poco se apagaba su respiración, pero como ya expliqué, previo a eso me encontraba trabajando.
Y más allá de todo, lo que me sucede a mi son odios y celos de mujer. Ponganse un segundo en mi lugar...
A nadie le gusta saber que comparte los mismos labios, que comparte con otra al amor de su vida. Que Él no solo sueña conmigo sino que también lo hace con OTRA
¿Por qué?, ¿Por qué son así los hombres?, ¿Por qué despiertan en las mujeres este instinto salvaje? 

El único dato que puedo ofrecerles es que yo no fui. Lo amé, lo amo, y lo amaré tanto que siempre fui, soy y seré cobarde como para ir en contra de este amor, a pesar de el gran odio que pueda despertarme, aún no estando aquí.
O quizás, Ella supo de que yo en realidad siempre fui su Primer Amor. 
Con esta carta, espero que alguien me crea, que alguien me entienda, y que se den cuenta de que si algún día me voy, fue por este Amor que se voló.
                                                                                         Ana.-"                                        

Nadie le creyó. Nadie entendió que el odio que Él provocaba en ella era por culpa de tanto Amor. Nadie entendió que Ella nunca quiso hacerle daño, ni lo hizo, porque sin Él, Ella también dejaría de respirar. 
Y así como les digo, luego de que nadie le creyera, no solo mi Padre, sino que ahora también mi Madre dejó de respirar.